El Dr. Winston Tobón Ochoa es un hombre de la medicina.
Igualmente, es un constructor de país con el balón de futbol. La versión 38 de
Festival Babyfutbol Colanta, en la rama masculina, y la 11 de la rama femenina,
llevarán su nombre, en un homenaje que le hace la Corporación Los Paisitas de
la que es uno de sus fundadores. Su
historia de vida.
Por: Roosevelt Castro B.- Periodista ACORD Antioquia.
En el galeno Winston Tobón Ochoa, la combinación de fútbol y
medicina deportiva se convirtieron en dos pasiones. El hijo de Alfonso, un químico farmacéutico,
entendió desde pequeño, que lo suyo era dedicarse a la pelota, al quirófano y la cura deportiva.
Nacido en Medellín, el 4 de diciembre de 1948, el pequeño
niño tuvo que entender que su nombre de pila no era tan común, como sus otros
congéneres y amigos del barrio La América, de Medellín, lugar donde transcurrió
su infancia y adolescencia.
“Mi padre me puso el nombre de Winston en homenaje al
político inglés Winston Churchill. Lo hizo porque a él lo metieron a la cárcel,
en un caso de homonimia y no quiso que sus hijos tuvieran nombres comunes”,
evocó el médico deportologo de la Universidad de Antioquia.
Las canchas de barrio Cristóbal, La Floresta, Santa Lucia,
San Javier, ubicadas al occidente de la capital antioqueña, lo vieron dar
rienda suelta a su amor por la pelota, en el puesto de defensa central. “Era
torpe, fuerte, temperamental y muy limitado para jugar. Eso me llevó a
pertenecer a los equipos del barrio. Recuerdo
a mi primer equipo llamado Millonarios, con Lorenzo (no recuerda su apellido).
Luego ingresé a DIM-Vicuña dirigido por Humberto “Turrón” Álvarez y Francisco
Hormazábal, siendo compañero de equipo Hugo Gallego y teniendo a rivales como
Francisco Maturana, entre otros. Aunque nunca quise ser futbolista”, recuerda
este hombre del fútbol y la medicina.
Una decisión crucial lo llevó a optar por sus estudios
superiores en la Universidad de Antioquia. “En 1968, opté por mi formación
profesional como médico y dejé el fútbol competitivo y lo empecé a hacer de
manera recreativa”, rememora el estudiante de los colegios Salazar y Herrera,
Calasanz y la Institución Educativa Marco Fidel Suárez.
Esta decisión no lo amilanó.
Con Antonio Roldán Betancur (q.e.p.d), exgobernador de Antioquia, fundaron
el comité de deportes de la Facultad de Medicina del Alma Mater. “Allí
fungíamos como jugadores, técnicos y unos toderos. Con Antonio creamos también el Comité de Deportes y con el equipo logramos
varios títulos, teniendo como archirrivales a los de odontología, con quienes
jugaban Francisco Maturana”, rememora el graduado de Medicina en 1972.
En el año de su graduación, se casó con Gloria Lucia Carmona. “Ella era prima hermana de un compañero mío de estudios. Nos conocimos y nos casamos en 1972”, comenta el padre de cuatro hijos en el cincuentenario de su enlace matrimonial.
Concordia, para seguir en la senda de la redonda y la
medicina
El municipio antioqueño de Concordia, ubicado en la subregión
del Suroeste y a 95 kilómetros de Medellín, vio llegar al galeno antioqueño. En
la tierra de los escritores y artistas José Antonio “Ñito” Restrepo y de Manuel
Salvador “Salvo” Ruiz e igualmente de la política paisa Regina Betancourt de
Liska, mas conocida como Regina 11, recaló el médico para hacer su año rural.
“Allí llegué en 1972. Las opciones deportivas eran muy escasas y por eso, en
compañía de unos amigos, construimos la primera cancha en una explanada que le
hicimos a esa agreste montaña. También fundamos el comité de deportes y vimos
la necesidad de recuperar físicamente a muchos de lesiones deportivas, con la
ortopedia. Esto me animó a realizar una especialización en esta rama de la
medicina que comencé en 1975 y que terminé cuatro años después, en la U de A”,
comenta con alegría.
Disintiendo de diagnósticos mal formulados de sus colegas e
igualmente en muchos desacuerdos con ellos, el medicó Winston Tobón entendió su
propósito en su vida profesional: ser un medico al servicio del deporte.
“Yo no entendía como muchos de mis colegas dijeran que, por
un desgarro muscular, un futbolista se debía retirar del fútbol. Eso me
inquietaba mucho”, comenta con un dejo de nostalgia el medico deportologo al
servicio de Indeportes Antioquia en su momento.
Pero es un gran reto profesional el que asume Tobón Ochoa para refrendar que lo suyo era la medicina deportiva. “Un día me trajeron a Gustavo López, jugador en ese entonces del Atlético Nacional. Yo trababa en Indeportes Antioquia, al que me había llevado mi gran amigo Hernán Darío Salazar. A Gustavo lo evalué y luego lo operé, con la convicción de reintegrarlo a la sociedad sin impedimentos físicos. Me sorprendió tanto su recuperación, que no solo volvió a su vida ordinaria, sino que se incorporó a la plantilla profesional del Deportivo Pereira, con la que jugó muchos partidos”, recuerda el médico deportologo quien hizo parte del equipo interdisciplinario de Antioquia que obtuvo los Juegos Nacionales en Neiva 89 y que los refrendó en Villavicencio cuatro años después.
Dirigente y médico: Vidas paralelas
Simultáneamente a su vida como profesional en la medicina
fungía como dirigente. Era el año de 1978, cuando el galeno paisa fue invitado
a hacer parte del Comité Ejecutivo de la Liga Antioqueña de Fútbol. “El Dr.
Antonio Mesa Escobar me extendió la invitación para hacer parte del grupo de
dignatarios de la Liga para el periodo de 1978 a 1982. No lo pensé mucho y
acepté. Fueron años de muchos
aprendizajes, pero también de muchas desavenencias con Arturo Bustamante. Yo le
proponía unas ideas revolucionarias, pero él no las tenía en cuenta”, rememora
el galeno y esposo amoroso de Gloria Lucia Carmona.
Ya tenia un nombre de respeto en estos menesteres de la
medicina deportiva y por ello no se le dificultó llegar al
profesionalismo. Atlético Nacional le
brindó la posibilidad de ejercer su profesión, gracias a la recomendación de su
colega Hernán Dario Salazar y a la amistad con Francisco Maturana, a quien
había operado exitosamente de ligamentos, en el año de 1981.
“Con Pacho teníamos una rivalidad sana, desde nuestros
enfrentamientos en la Facultad de Medicina en la Universidad de Antioquia. Yo
jugaba con los que estudiábamos medicina y él lo hacía con los odontólogos. Un
día llegó a mi consultorio cuando jugaba con el Bucaramanga. Traía una lesión
de ligamentos y me dijo que lo operara. Al principio me dio un poco de temor,
pero él lo disipó con una confianza absoluta en mis conocimientos. Así lo
hicimos y a los tres meses ya estaba jugando”, comenta con nostalgia uno de los
socios fundadores de la Corporación Los Paisitas, en junio de 1984.
Fue el inicio de una gran racha de éxitos quirúrgicos del
galeno paisa. La seguidilla del paso por
el bisturí de Tobón continuó con la de Hernán Dario Herrera. El buen volante de
Nacional volvió a jugar de una lesión de ligamentos en ambas rodillas. “Eso fue
en 1983, cuando, a pesar del profesor Luis Cubillas, se determinó operar a
Herrera y gracias a Dios salió exitosa, como otras con muchos deportistas del
Antioquia”, expresa el padre de cuatro hijo y médico mundialista de la
selección Colombia Juvenil en Paraguay 1985.
Seis años después del paso por el bisturí del talentoso
caldeño, otro gran reto médico tiene Winston Tobón: Luis Fernando “El Chonto”
Herrera sufre la ruptura del tendón rotuliano.
El lateral verdolaga no lo podía creer. Pensó que su vida deportiva llegaría
a su fin. El caso se tornó delicado, pues era una cirugía que no se había
realizado a ningún futbolista. Las manos milagrosas de Tobón Ochoa hicieron lo
que muchos creían imposible. “Utilicé un
tendón sintético y el jugador está bien”, diagnosticó en su momento el galeno
antioqueño.
Rueda el balón de los sueños infantiles
En ese mismo año de la operación de “El Arriero” Herrera,
contribuye la reestructuración de las divisiones inferiores del Club Atlético
Nacional: fue el puntapié inicial a creación del Torneo Babyfutbol.
“En 1983 realizamos el lanzamiento en la Casa Linares de las
Divisiones Menores del Atlético Nacional, con la anuencia del profesor Luis
Cubillas. Estaba de dirigente de estas Divisiones
Gilberto Molina y a un hijo de él lo disfrazamos de paisita, como emblema de
los equipos. Lastimosamente Cubillas no estuvo mucho tiempo con nosotros, por
ello un año después, y cuando asistíamos a los diferentes partidos que se
programaban en la cancha Marte nos reunimos con un grupo de amigos entre los
que se contaban Antonio Franco, Julio César Acosta, Julio Vélez, entre otros.
Veíamos, con preocupación, que los niños no tenían un buen escenario deportivo
y nos surgió la idea de que hiciéramos un Torneo y quisimos rescatar el
Babyfutbol que realizaba el periodista Guillermo Hinestroza Isaza, pionero con
este gran aporte. Inicialmente lo queríamos hacer en el Coliseo, como él lo
hacía, pero optamos por hacer con cancha de grama y con 11 jugadores”, recuerda
el médico de las selecciones Colombia Mayores desde 1987 hasta el 2002.
Así le dan el puntapié inicial a la Corporación Babyfutbol
Los Paisitas, con una fecha de fundación del 14 de junio de 1984 y organizando
el primer Torneo en el mes de enero de 1985.
La grama de lanzamientos del Estadio de Atletismo Alfonso
Galvis Duque, de la Unidad Deportiva Atanasio Girardot, fue testigo mudo de los
primeros goles y gambetas infantiles de 16 equipos invitados. Al final, el
campeón fue el equipo La Floresta orientado por Francisco Maturana García quien
venció a su vecino de Santa Lucia por lanzamientos desde el punto penal, luego
del empate a cero goles en el tiempo reglamentario y bajo la dirección arbitral
de Armando Pérez Hoyos.
Figuras como el volante Óscar “El Chico” Restrepo, del barrio
El salvador”; el delantero Jaime Ospina, de San Javier y los laterales Martín
Vélez y César Tabares; fueron los primeros en escribir el ABC de la historia
deportiva hacia el balompié rentado del país.
De eso han transcurrido 38 años y los nombres aumentaron. Nombres como los arqueros Daniel Vélez (q.e.p.d), Jaime Brand Gómez, David González y David Ospina; los defensores Miller Duran, Rafael Vásquez, Amaranto Perea, Francisco “Mi Yuca” Mosquera, Roberto Carlos Cortés, Jamell Ramos, Vladimir Marín, José Julián de La Cuesta, César Fawcett, Lewis Ochoa, Camilo Zúñiga y Camilo Ceballos; los volantes Juan Carlos Ramírez, John Wilson Raigosa, Juan Guillermo Villa (q.e.p.d), Gerardo Bedoya, James Rodríguez, Juan Fernando Leal, Camilo Giraldo, Mauricio “Mao” Molina, Alexander “El Conejo” Jaramillo, Jhonatan Estrada, Héctor Alejandro Vasco, Jhonny Ramírez, Jaime Castrillón, Giovanny Moreno, Sebastián Hernández, Juan Esteban Ortiz, Jairo Palomino y los delanteros Alexander Padilla, Wilmar Moreno, Diego Serna Lopera, Eudalio Arriaga, Luis Gabriel Rey, Néstor “La Piña” Álvarez, Dayro Moreno, Víctor Hugo Montaño, Radamel Falcao García, entre otros, han pisado los gramados del balompié colombiano y especialmente de la Cancha Marte 1, mostrando su talento para el recambio de la redonda colombiana.
Mini olimpiadas para el recambio deportivo
Pero no solo es el
fútbol masculino, también otras disciplinas deportivas han ayudado al recambio
y la reserva deportiva del país.
El fútbol femenino es otra de las disciplinas deportivas que
le ha dado ese giro copernicano al musculo colombiano.
Figuras como Linda Caycedo, Ana María Guzmán, Gabriel “Gaby”
Rodríguez, Karla Daniela Viancha, Oriana Quintero, entre otras, han mostrado
sus bondades con la pelota en las canchas del Festival Bayfutbol de la rama
femenina.
Ahora, y en 19 disciplinas deportivas, tres de ellas
incorporadas en la versión 11 del Festival de Festivales, y en 18 escenarios,
la Corporación Deportiva Los Paisitas sigue contribuyendo a ese “Deporte con
sentido social”, como lo expresan en su lema institucional.
Con cerca de 6.500 niños y niñas deportistas del futbol, el baloncesto,
el ciclismo, el voleibol, el beisbol, el ajedrez, el atletismo, el bicicross,
el fútbol de salón, el judo, la natación, el patinaje, el porrismo, el tenis de
mesa, el tenis de campo, y ahora los bolos, el taekwondo y el tiro con arco, la
reserva deportiva colombiana está asegurada y la fiesta deportiva se vivirá en
Medellín a principios del año entrante.
Todo ello, con el aporte de Winston Tobón Ochoa y su mirada
complaciente.
Así, este legado de Tobón Ochoa será reconocido con sus
amigos y socios de la Corporación que él ayudó a fundar llamando al Festival
Bayfutbol con su nombre, en su versión 38. ¡Gran honor!
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https://www.youtube.com/watch?v=j0OzKsJZDvc