miércoles, 8 de febrero de 2012

365 días transpirando periodismo deportivo



Rooosevelt Castro B.

Al llegar a mi primer año de vida periodística en un diario como EL MUNDO miro con retrospectiva hacia atrás. Lo hago con el fin de ver metas, objetivos y algunos sueños fallidos de mi periodismo para la vida, para el amor y para la reconciliación.
Mi poder transformador de la palabra escrita posibilitó lenguajes no mezquinos de reconocer lo valioso de los seres humanos en la actividad deportiva que eligieron. Fue una apuesta las historias de vida llena de motivaciones. Igualmente de sueños, anhelos e ilusiones por el triunfo, por convertirse en los mejores deportistas y personas.
Cada silaba, cada palabra, cada acento de elogio a lo que habían construido con su esfuerzo, con el sudor de sus frentes, valió la pena haberlo reseñado. Ellos se han convertido en mejores seres humanos y han contribuido a ser espejos donde se miran los niños y las nuevas generaciones del deporte que quieren imitar y balbucear los lenguajes de los valores propios de cada una de las disciplinas deportivas que practican.
Cada gota tinta que se derramó sobre el papel fue similar a cada gota de sudor transpirada por Mariana Pajón, Andrea Zuluaga, Luis Fernando López, Jairo Palomino, Jorge Aguirre, Rufay Zapata, Nicolás Leoz y muchos más deportistas, dirigentes y entrenadores que evocaron cómo fueron los sacrificios para convertirse en los mejores de su deporte.
.. y así, con la emoción de niño, me embelesé con cada sonrisa y cada nostalgia que cada uno de ellos me expresó con la sinceridad de su ser ...y lo celebré en silencio.



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